Sola

Sola es una de esas series cortas y extrañas que a veces uno se encuentra por ahí.

No es espectacular, impactante ni excepcionalmente buena, pero tiene mucho más fondo del que en principio uno podría pensar.

Con trece capítulos y dos OVAS, es una producción de Studio Nomad (lo que explicaría el enorme parecido entre alguno de los personajes con los de otras producciones de este equipo como Rozen Maiden).

Cuenta la historia de Yorito, un chico normal, obsesionado con el cielo (y sus obvias implicaciones filosóficas, pero a través de las imágenes). En la vida de Yorito son fundamentales: su hermana Aono, que se encuentra hospitalizada, su amiga de clase y la hermana pequeña de esta última.
Sin embargo una noche, mientras esperaba para sacar una foto del amanecer, se encuentra con una chica misteriosa que intenta hacer funcionar una maquina expendedora.
Ahora además del cielo, Yorito tendrá una nueva obsesión: encontrar y proteger a esa chica. Y a través de ello, conocerse más a sí mismo y la realidad del mundo que lo rodea.

Al ser un anime tan cortito, los personajes no terminan de quedar demasiado claramente dibujados, a nivel psicológico, aunque se intuyen muchos transfondos muy interesantes que dotarían a los mismos de una profundidad muy interesante. Por lo demás, es una serie de transcurso lento y sin profusión de escenas de impacto, siguiendo una línea muy definida para agradar a un público femenino jóven.