Rah-Xephon

Se trata de una serie de 26 capítulos creada en 2002 por estudio BONES, con la esperanza de renovar y re-fundamentar el género de Mechas. La serie es original, aunque de ella han surgido posteriormente un juego (con un ova como extra), una película y una serie de manga.

Rah-Xephon es un enorme ser, que puede describirse como un robot de combate-místico. Ayato Kamina, un chico de 17 años, es el único que puede pilotarlo... pero él no lo descubre hasta un día cualquiera, cuando todo su mundo se desmorona y descubre que vive en un ricón aislado de la tierra, gobernado por unos estraños invasores llamados MU, cuya sangre es azul. Por si eso fuera poco una extraña mujer le persigue, con la promesa de descubrirle todo lo que pasa y él sólo desea alcanzar a su compañera de clase, Mishima Reika, para protegerla....
De pronto el mundo de Ayato se ha expandido, y se ve en la situación de ser la última esperanza de la especie humana. Para ello, Ayato tendrá que conocerse a si mismo, aprender a relacionarse con las personas, y superar un pasado olvidado.


Lo cierto es que esta es una serie un tanto extraña, que ciertamente le da un giro de tuerca al género (dado que los "mechas" no son mecánicos sino orgánicos y están espiritualmente ligados a sus pilotos que son llamados "interpretes"). Lo cierto es que argumentalmente está basada en la teoria seudo-esotérica y apocalíptica del fin del mundo para el año 2012, cuando finalice el calendario Maya. Muchos detalles de la cultura maya pueden ser descubiertos en los decorados y vestuarios a lo largo de la serie.
Por otro lado, para los que aman la música y para aquellos que mantienen que la música es un lenguaje universal y propio por si mismo, ésta serie tiene el curioso detalle de basar todo el funcionamiento mágico del mundo en música, especialmente algunas piezas de clásica muy conocidas pero que no deberían ser nunca olvidadas.
Por último, aunque esto pueda molestar a muchos espectadores, las realidades oníricas de los mundo paralelos han sido tratadas con gran realismo y crudeza. Esto incluye que algunas cosas no tienen demasiada lógica, pegados a un pensamiento materialista del mundo. Para psicólogos, especialmente aquellos de tendencias freudianas, sin embargo, puede llegar a ser un gustazo.